El invierno y la montaña, precaución extrema

Para muchos la época invernal es la mejor para practicar el senderismo y las ascensiones a cimas de determinadas montañas. La ausencia de calor ayuda al ejercicio, pero el rigor del frío en la montaña, especialmente a grandes alturas, es un factor de riesgo que acrecienta el peligro siempre inherente al montañismo. Y no hablemos ya de si añadimos nieve a la ecuación. Por ello, en invierno conviene extremar la precaución prestando más atención a los consejos de auto-protección que nos facilitan las asociaciones de montañismo y las distintas administraciones públicas.

El botiquín de montaña

La seguridad ha de ser una premisa fundamental en nuestra actividad montañera y, por lo tanto, la prevención ha de ser primordial. Anticiparnos al peligro siguiendo los consejos de autoprotección es la clave para evitar accidentes, pero aún así éstos ocurren de vez en cuando y debemos estar preparados para actuar en consecuencia, bien solicitando ayuda a través del teléfono de emergencias 112 o bien aplicando primeros auxilios. Es por ello conveniente llevar siempre un botiquín de emergencias para hacer frente a rasguños o pequeñas heridas derivadas de caídas, torceduras de tobillos u otros pequeños accidentes. En este post pretendo facilitaros algunas pistas acerca de los componentes que ha de tener ese botiquín de montaña.