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SENDERISMO Y MONTAÑA

Muskilda por el camino viejo a Irati

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Excursión por las inmediaciones del pintoresco pueblo medieval de Otsagabia, que nos lleva por el camino viejo a la Selva de Irati hasta alcanzar el Santuario de Nuestra Señora de Muskilda y regresando a la citada localidad navarra en recorrido circular. Se trata de un agradable paseo de algo más de 6 kilómetros de distancia con un desnivel de unos 300 metros, que atraviesa un precioso bosque de hayas en el que encontraremos señalizaciones de los principales tipos de árboles que existen en la zona, y que culmina con la visita a una preciosa ermita románica con su propia leyenda negra.

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El camino que hemos de seguir está perfectamente señalizado con carteles indicadores y marcas de color verde y blanco. Parte desde la zona posterior a la Iglesia de San Juan Evangelista de Otsagabia, a la que accederemos por una calle empedrada que asciende pasado el Ayuntamiento.

0:00 horas. Iglesia de Otsagabia

Dejamos atrás el templo y vemos un cartel de madera con el nombre de Muskilda escrito a mano que nos indica el inicio del sendero

La ruta está señalizada con la numeración SL-NA65 y marcas de color verde y blanco. Al tratarse de una ruta circular veremos que el primer cartel nos indica ambas direcciones. La de la derecha nos conduce directamente al punto culminante de la ruta, la ermita de Muskilda, y nos informa que se halla a tan solo 40 minutos de caminata. Nosotros tomaremos la ruta de la izquierda, más larga, que se dirige hacia la Selva de Irati.

El camino es un precioso sendero estrecho que se adentra por el bosque. Nada más comenzar a caminar hallaremos un panel que nos informa sobre el recorrido y la flora de la zona. A lo largo de la senda estrecha nos iremos encontrando paneles que informan de las distintas variedades de árboles que hay en el bosque, ya que se trata de una ruta interpretativa.

El sendero nos lleva hasta una bifurcación con pista forestal, señalizada con la ruta SL-NA 65, que seguiremos durante aproximadamente unos unos 2 km hasta entrar en un hayedo.

0:20 horas. Hayedo

La ruta transcurre entre altas hayas, cuyas copas casi se juntan en lo alto, generando una agradable sombra que mitiga el sofocante calor que hace durante el día que hemos elegido para nuestra caminata. A ambos lados del camino la vegetación es igualmente verde y hallamos troncos caídos y piedras cubiertas por el musgo que crean formas caprichosas susceptibles de diversas interpretaciones.

Transcurridos unos 20 minutos encontramos uno de los rótulos del sendero interpretativo que nos señaliza un haya, el árbol predominante.

0:45 horas: Fuente de Muskilda

A unos pocos metros del cartel del haya nos encontramos con un poste que nos indica el acceso a la fuente de Muskilda. Para visitarla tomamos un pequeño desvío a la izquierda que desciende apenas unos metros bajo el camino hasta donde está el manantial, que cuenta con un pequeño abrevadero. El agua es potable, tal como sugiere la presencia de una taza de barro dejada por excursionistas para beber de ella. Su agua no decepciona: es fresca y nos alivia el intenso calor de la tarde. Aprovechamos para aprovisionarnos de ella.

Volvemos al sendero por un talud que vemos a la cabecera de la fuente y unos metros adelante y a la izquierda del camino veremos el Haya de los Diecisiete Brazos.

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0:55 horas Encrucijada

Tras un breve trayecto desde la fuente hemos alcanzado un amplio descampado a modo de collado desde el que observamos una espectacular panorámica de las principales cimas de la zona: De izquierda a derecha, Berrendi (1.350,6 m.), Paso de Tapla (1.352 m.), Idorrokia (1.491,98 m.), Abodi (1.531 m.) y el Paso de Las Alforjas (1.436 m.). En ese punto nos encontramos en la encrucijada de varios senderos señalizados con un poste. Desde ahí parte la Ruta de los Salacencos, el GR-11 Hiriberri, Villanueva y la ruta de donde venimos (SL-NA-65), que según nos indica la señalética supone 3,7 kilómetros desde Otsagabia. A la derecha, según accedemos al claro, vemos una pista forestal ancha. Es la última de las rutas marcadas en el citado poste, que nos lleva hasta Muskilda  a lo largo de 2,4 kilómetros, con una estimación de tiempo de 40 minutos.

Tras unos 15 minutos de trayecto, la pista forestal cruza una carretera asfaltada y prosigue por un camino ancho en ascenso que se adentra nuevamente en el bosque.

Más adelante, atravesamos un tramo que recuerda más a un cortafuegos por los árboles que han sido cortados, y que desciende nuevamente hasta el tramo final de la carretera que conduce hasta Muskilda. A lo largo de la ruta seguiremos observando las señales verdes y blancas, a las que se suma también una franja roja (el tramo coincide con el GR, que tiene las marcas rojas y blancas).

1:25 horas. Ermita de Nuestra Señora de Muskilda.

El alto de Muskilda, situado a  1.071,8 m., da nombre a una preciosa ermita de estilo románico, que se cree que se construyó durante el reinado de Sancho VII de Navarra ‘El Fuerte’, en el siglo XII. A mediados del XVII fue restaurada y se incluyeron elementos nuevos, como la sacristía. La ermita cuenta con una bonita puerta románica dentro de arco de medio punto y con una torre de base cuadradas y coronada con un tejado cónicoEl conjunto arquitectónico incluye también  una casa para el ermitaño y otra para el capellán, y está rodeado por una pequeña muralla de piedra. El santuario lo gobierna un patronato laico que en el siglo XVII mantuvo varios pleitos con la jerarquía eclesiástica sobre su dominio debido a la bonanza económica. Al parecer, un obispo quiso supervisar las cuentas del patronato, a lo que sus miembros se opusieron y fueron excomulgados, mientras que los vecinos de Otsagabia fueron atemorizados también bajo la amenaza de excomunión.

El templo tiene planta rectangular con tres naves. La central tiene bóveda de cañón y las laterales, de cuarto de bóveda; todas ellas sostenidas por seis gruesas columnas. En la cabecera hay un retablo del año 1642 en cuya hornacina central se sitúa la imagen de la Virgen de Muskilda, patrona del valle, de estilo románico tardío o de principios del gótico (finales del siglo XIV), que representa a una virgen sonriente con el niño Jesús sentado a su regazo. El primer tramo de la nave central cuenta con unas pinturas murales que cubren toda la bóveda, y en una de las naves laterales cuelga una talla policromara de Cristo crucificado.

En los alrededores hay un pequeño merendero con mesas y bancos de piedra y, a la izquierda, señalizado, podemos visitar un búnker (nido de ametralladora) construido por soldados y presos de la Guerra Civil entre los años 1940 y 1944) durante esa etapa negra de persecución a los denominados maquis por parte del régimen dictatorial de Franco.

Un cartel también nos informa de que la ermita era el lugar preferente de reunión de los brujos salacencos, en cuyos akelarres participaba el propio alcalde del valle. 

1:45. Regreso a Otsagabia

Dedicamos 20 minutos a visitar la ermita y los alrededores, y a descansar aprovechando el silencio y la paz del lugar. Atravesando las casas del patronato por un túnel abovedado encontramos lo que sería el acceso principal a la ermita. Desde él parte el antiguo camino tradicional que une el tempo con  la iglesia de San Juan de Otsagabia,  cuyo recorrido está marcado por las 14 estaciones de un Vía Crucis.

Fieles a nuestro espíritu senderista, regresamos al camino inicial, marcado con un poste y las franjas de color verde y blanco, que bordea el recinto religioso por la derecha y nos permite contemplar una panorámica vertical de la torre de la ermita y su muro de piedra, y que nos conduce hasta el inicio del citado camino.

Iniciamos el descenso hasta Otsagabia por un camino que en tramos está empedrado. Pasamos delante de una construcción con tres cruces y seguimos el descenso acompañados por varias marcas en los árboles y piedras con los colores de la ruta, así como las 14 cruces que marcan el citado Vía Crucis utilizado por los lugareños para diversas romerías. Pasamos junto a las ruinas de lo que fue la ermita de Santa Cruz, destruida en 1794 (con cartel informativo) y llegamos al punto de inicio, donde encontramos el cartel informativo de la Senda pirenaica GR 11.

2:25 horas. Otsagabia.

Bajamos por la calle empedrada hasta la Iglesia de San Juan Evangelista, que conserva restos de la época medieval (siglo XI) y de los siglos XVI y XVII. En su interior hay tres retablos de estilo renacentista del siglo XVI. También destaca el coro que conserva varias sillas de madera con detalles y figuras desnudas talladas en los apoyaderos de los brazos. Destaca su torre por encima de las viviendas.

Otsagabia forma parte de la Merindad de Sangüesa, en el valle de Salazar. Está considerado como uno de uno de los pueblos más bonitos de España y el mejor ejemplo de arquitectura pirenaica navarra, compuesta por calles empedradas, puente medieval de piedra, preciosas casitas de techos de teja plana a dos y cuatro aguas, y balconadas llenas de geranios donde predomina el rojo.

Para llegar al Valle de Salazar (y a Otsagabia) tomaremos la carretera N-240 de Noain a Jaca si venimos desde Pamplona. En Venta de Judas tomaremos el desvío a Lumbier/Irunberri, para después tomar la NA- 178 en dirección a Navascués/Nabaskoze, que nos adentra en el Valle de Salazar recorriendo todos sus municipios.

Autor: José Luis Montoya

Periodista de profesión, comunicador de vocación. Poseo experiencia como redactor de contenidos en diversos ámbitos, desde la elaboración de guías turísticas, gastronómicas y de ocio nocturno, a los contenidos técnicos. Gestiono redes sociales como blogger y community manager, y asesoro en temas de comunicación.

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