Triscando

SENDERISMO Y MONTAÑA

Les Foradades, Els Caus Cremats y Puig Codina

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La ruta de hoy nos llevará a visitar tres elementos orográficos de la Serra de l’Obac durante un recorrido de algo más de dos horas de duración por pistas y senderos con algunos tramos de pendiente pronunciada.

Iniciaremos la caminata en el Llac Petit o pantano de Can Bogunyà desde donde parte una pista forestal que va en dirección hacia el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i la Serra de l’Obac. Dejamos el coche justo donde empieza dicha pista, pero antes nos desviaremos hasta el lago para calentar piernas y contemplar la belleza tranquila de ese paraje. Regresaremos al cruce y seguiremos el camino que nos indica la ruta hacia la Font del Troncó y el Parque Natural.

Iniciamos el camino en la pista forestal cortada por una cadena, que transcurre en la misma dirección de las torres de alta tensión. La ruta aparecerá marcada en gran parte de su trazado con franjas de color azul y blanco, que nos servirán para no despistarnos, pero hemos de estar alerta porque, en un momento dado se pueden confundir con las que marcan el camino que procede desde la zona noroeste de Terrassa.

A unos 5 minutos de travesía aproximadamente nos encontraremos un cruce en el que las franjas azules y blancas nos marcan por donde seguir. Las barras cruzadas sugieren que la pista forestal que sigue hacia izquierda no es nuestro camino. Así que nos introducimos hacia la espesura por un sendero que sube a nuestra izquierda, siguiendo las marcas que hay en el palo de un poste de nos indica «zona de seguridad» y que son reforzadas con otro hito ubicado un par de metros más adelante. No hay pérdida.

El sendero se transforma muy pronto en una pista y a los pocos metros hallamos otro sendero a mano derecha, igualmente indicado en azul y blanco, por el que seguiremos nuestra ruta ascendente. El sendero, de lecho rocoso, sube de forma abrupta hacia arriba hasta regresar nuevamente a la pista forestal, que sigue en ascenso a mano izquierda.

Cuando llevamos aproximadamente tres cuartos de hora de caminata alcanzamos un cruce que los senderistas conocen como Plaça de Catalunya, en el que nos olvidaremos de las señales azules y blancas que tan útiles nos han sido, pues indican dos direcciones. Un cartel nos señala el acceso al Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i la Serra de l’Obac. Ese es el camino que tomaremos, siguiendo la ruta ascendente.

Ahora vamos por el camino que nos lleva hasta la Font del Troncó (que en esta ocasión no visitaremos), que inicia un ascenso muy pronunciado por terreno pedregoso. A nuestra izquierda podremos contemplar la espectacular silueta de Montserrat y la masía de l’Obac recortadas en el horizonte.

Nuestro camino continúa en ascenso por una pronunciada pista forestal. En un momento determinado, casi desapercibido, aparece un desvío que desciende abruptamente en diagonal ha nuestra izquierda, casi en sentido contrario. No está señalizado, pero es el camino que lleva hasta la Font del Troncó, que en esta ocasión no visitaremos. Nosotros seguimos la pista. Pronto veremos nuestro primer destino, la formación rocosa conocida como Les Foradades.

Continuamos el camino hasta que la pista desemboca de frente en un depósito de agua en otra encrucijada. A la derecha nos dirigiríamos a Les Pedritxes y a la izquierda está nuestra ruta por el mismo camino ancho. Pero antes de seguir, tomaremos un sendero que hay a mano izquierda y que desciende hasta lo alto de Les Foradades. Nuevamente a la izquierda, un pequeño torrente nos marca el camino de acceso a esta curiosa formación rocosa, cuya característica principal son los múltiples agujeros que ha ocasionado en su interior la erosión del agua. Juntos conforman todo un laberinto que ha sido utilizado muchas veces para clases de iniciación a la espeleología. En su interior suele haber algún que otro murciélago, así como escarabajos endémicos. El pintoresco lugar, en el que en esta ocasión no hay nadie, es el lugar elegido para una parada en la que descansar y retomar fuerzas.

Tras el desayuno, ascendemos nuevamente por el pequeño canal y regresamos hasta el depósito de agua para tomar el camino que asciende a la derecha y que se dirige hacia la casa del Obac en el Coll d’Estenalles. La ruta coincide con el trazado de una carrera de montaña que se celebra el mismo día, por lo que aparece más frecuentada de lo normal y nos toca sortear a muchos corredores. A lo largo de este camino podemos disfrutar de las vistas del macizo de Sant Llorenç del Munt y La Mola desde su vertiente occidental. También vemos recortadas en el horizonte las siluetas de nuestras próximas destinaciones.

En un momento dado nos encontraremos ante un tramo asfaltado y blanco que desciende de forma muy pronunciada. A pocos metros nos encontraremos con una bifurcación. Tomaremos la pista de la derecha, pero deberemos prestar mucha atención porque a solo unos metros encontraremos un camino de montaña que se adentra serpenteando en dirección a nuestro destino y que es fácil pasar por alto, ya que se halla perpendicular a nuestro sentido de la marcha. Si nos paramos y observamos con atención podremos ver cómo se dibuja en algunos tramos camino de los dos promontorios rocosos hacia donde nos dirigimos.

En primer lugar nos llevará hasta la base dels Caus Cremats, peña rocosa de formas cuadradas que tiene una altitud de 812 metros y a la que se accede trepando. Según parece, debe su curioso nombre (algo así como guaridas quemadas) al hecho de que la zona se hallaba repleta de madrigueras de conejos que los lugareños cazaban haciéndolos salir mediante pequeños incendios controlados.

Ya sólo nos queda el último tramo de ascenso que, siguiendo el mismo sendero, nos llevará hasta la cima del Puig Codina, situada a 858 metros de altitud y desde la que contemplaremos unas excelentes vistas de toda la zona, entre las que podremos ver las cimas de El Montcau y La Mola o la casa de la Barata. Para el descenso, desandaremos el camino hasta llegar nuevamente al Llac Petit. Allí, antes de regresar, aprovecharemos para echar un vistazo a la masía de Can Bogunya, que data del siglo XVII y que está catalogada como Bien Cultural de Interés Local. Es una casa de campo de planta rectangular con planta baja, piso y granero, y con techo a dos aguas. La fachada principal es prácticamente simétrica y en ella destacan el portal de acceso en arco de medio punto. En el piso podemos contemplar dos balcones de hierro de forja que flanquean una ventana con dintel y jambas de piedra donde se puede leer la fecha de 1615. En un extremo aparece una fornícula con un santo.

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Autor: José Luis Montoya

Periodista de profesión, comunicador de vocación. Poseo experiencia como redactor de contenidos en diversos ámbitos, desde la elaboración de guías turísticas, gastronómicas y de ocio nocturno, a los contenidos técnicos. Gestiono redes sociales como blogger y community manager, y asesoro en temas de comunicación.

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