Triscando

SENDERISMO Y MONTAÑA

Ascenso a Sant Jeroni

Deja un comentario

El ascenso al punto más alto de la montaña de Montserrat es una de las rutas más hermosas del senderismo catalán por la orografía del macizo montañoso y las espectaculares vistas de que podemos gozar. Para llegar a la cima podemos optar por dos rutas muy bien señalizadas. Nosotros hemos elegido ascender por el camino que transcurre más al norte y que nos lleva directos hasta la cima por un sendero jalonado por escalones, y regresar por el otro. En total son unos 7 kilómetros de caminata y algo más de 2 horas y media de excursión.

En esta ocasión subiremos al monasterio en coche e iniciaremos nuestro recorrido en la Plaça Abat Oliba, donde hallaremos una escultura elaborada en bronce por Manel Cusachs (1992) y dedicada al fundador del monasterio. A la izquierda de la fuente observaremos unas escaleras que nos llevarán hasta el camino de montaña que hemos de seguir. Tomaremos la dirección de la derecha, cruzando un puente que cuelga sobre el Torrent de Santa Maria y ascendiendo por unas empinadas escaleras de cemento. Se conocen como las Escales dels Pobres (escaleras de los pobres) porque en esta zona de la abadía existía una casa de acogida para indigentes y vagabundos.

Pronto empezaremos a disfrutar de unas bonitas vistas aéreas del monasterio, que dejamos a nuestra espalda. A los 20 minutos de travesía aproximadamente llegaremos al Pas dels Francesos (paso de los franceses), una estrecha grieta en la roca por la que ascienden los escalones que marcan la mayor parte del camino. Siguiendo el ascenso llegaremos hasta la  Placeta de Santa Anna, enclave que marca un cruce de caminos que conduce hacia el refugio de Sant Benet y l’Elefant, hacia la ermita de Santa Anna y hacia Sant Jeroni, nuestro destino, que es el camino que sigue recto. Pronto, siguiendo las escaleras, pasaremos por el lado de la Panxa del Bisbe, una imponente peña de 1.046 metros de altitud y redondeadas formas.

Cuando llevemos aproximadamente 40 minutos andando alcanzaremos el  Pla dels Ocells, un pequeño llano en mitad de la montaña que se adentra en el torrente de Santa Maria, y en el que confluye también la otra ruta de ascenso proveniente del funicular de Sant Joan. Seguimos la travesía por senderos de montaña cruzando el valle de Sant Jeroni, dejando el torrente a mano izquierda. Nos hallamos en un bosque de encinas y robles muy tupido que genera un ambiente muy húmedo y frío en invierno, pero muy agradable en verano. El camino nos lleva hasta el Pla dels Escurçons, otra zona boscosa que cruzaremos y dejaremos atrás para alcanzar el  camí Nou o camí dels Francesos cuando llevamos ya una hora y cuarto de travesía.

El Camí dels Francesos transcurre a una altitud de 1.042 metros y se une al camino que procede del Pla de les Taràntules, donde se halla la estación del funicular de Sant Joan. Seguimos una subida abrupta que nos conducirá directamente hasta la ermita de Sant Jeroni. Unas escaleras anchas marcadas por vigas de madera nos anuncian su presencia.

Montserrat cobija a más de 10 ermitas repartidas por toda la montaña. La de Sant Jeroni, junto con la de Sant Antoni, es la que está situada más lejos del Monasterio y se halla a 1.134 metros de altura, muy cerca de la cima más alta de la montaña que recibe su mismo nombre. Originalmente, esta ermita se construyó sobre la ermita primitiva de Santa María la más Alta, que estaba situada, siguiendo el camino hacia la cima de Sant Jeroni, un poco más arriba. Debido a su situación sufría duramente los estragos del frío y del viento y por eso casi nunca estuvo habitada de forma permanente. La nueva ermita, situada más a resguardo, se caracteriza por su tejado-porche, que nos brinda cobijo en los días de lluvia y viento.

Tras un breve descanso para reponer fuerzas con un sandwich y un buen café caliente, acometemos el último tramo, y el más duro, hacia la cima. Una empinada escalera nos llevará desde el collado que separa el pico de Sant Jeroni y el Serrat del Moro (que identificamos por las antenas de telefonía que lo coronan). A cada paso que damos las vistas se abren más, ofreciéndonos una panorámica espectacular de la montaña y el valle hasta que alcanzamos la cima cuando llevamos ya algo más de hora y media de recorrido.

Los 1.235 metros de altura que marcan el techo de Montserrat nos permiten contemplar una panorámica increíble. Un índice geodésico marca la cima, donde encontramos dos pequeños miradores. Una rosa de los vientos instalada en 1986 por el Centre Excursionista del Bages nos indica los principales puntos de interés: los Pirineos, el Montseny, Sant Llorenç del Munt y Collserola.

Tras concedernos el tiempo de rigor para disfrutar de las vistas, iniciamos el descenso por donde hemos llegado. 25 minutos más tarde nos encontramos otra vez en la bifurcación que enlaza con el camino procedente del Pla de les Tarántules. Seguiremos esa nueva ruta, dejando a nuestra izquierda el camino por el que hemos ascendido. Iniciamos así un camino más plano  que nos brinda unas vistas panorámicas brutales del macizo montañoso. 25 minutos más y llegaremos a un mirador que nos permite disfrutar de una vista espectacular sobre la Gorra Frígia (1.152 metros), la Magdadalena Superior y el pueblo de Collbató.

Proseguimos la marcha 5 minutos más y alcanzamos el Pla de les Taràntules. Aquí finaliza nuestro recorrido en esta ocasión. Nos separan 45 minutos más de marcha por otro camino que desciende hasta el monasterio. Sin embargo, esta vez optamos por el Funicular de Sant Joan. Tiene una longitud de 503 metros y salva un desnivel de 248 metros directo hasta el monasterio.

montserrat1

Autor: José Luis Montoya

Periodista de profesión, comunicador de vocación. Poseo experiencia como redactor de contenidos en diversos ámbitos, desde la elaboración de guías turísticas, gastronómicas y de ocio nocturno, a los contenidos técnicos. Gestiono redes sociales como blogger y community manager, y asesoro en temas de comunicación.

Deja un comentario